Tras la música de Dying Light: The Beast con Olivier Derivière
¡Hola! Soy Tymon, tu amigo, vecino y director de la franquicia Dying Light. Hoy os llevaré tras las bambalinas de uno de los aspectos del desarrollo de videojuegos de los que menos se habla, si bien es extremadamente importante, fascinante y emotivo: ¡LA MÚSICA!
Nuestras bandas sonoras siempre han sido una parte esencial de la franquicia Dying Light, ya que crean un ambiente inolvidable en nuestros juegos. Teníamos claro que la música para Dying Light: The Beast debía ser especial y, para lograr eso, estamos colaborando otra vez con un increíble compositor francés: Olivier Derivière.
Así que, para esta entrada de nuestro blog, me senté con Olivier y charlamos sobre la creación de la banda sonora, incluyendo la música del tráiler en el que pudisteis echarle un primer vistazo a Dying Light: The Beast. Hablamos sobre el proceso creativo, el reto que supuso expresar las emociones internas de Kyle y muchísimas otras cosas. Permitidme compartir con vosotros lo que he aprendido durante esta fascinante conversación.
En el tráiler de Dying Light: The Beast, pudimos vislumbrar un fragmento de la nueva música que Olivier ha compuesto para el juego. Fue muy emocionante descubrir que la música del tráiler formará parte de la banda sonora del juego. Olivier compartió que esto no es algo que suela hacer.
«Esto contrasta con mi forma habitual de trabajar, ya que solemos crear una pista especial para el tráiler», explicó Olivier. «Esta vez, decidimos presentar el ambiente del juego utilizando una pista sacada directamente de él. Queríamos mostrar a los jugadores que la franquicia se mueve en una dirección diferente, en la que se mantienen los elementos viscerales y brutales por los que es famosa la saga, pero que a la vez enfatiza los elementos más serios y maduros».
Me entró curiosidad por saber si esa pista había sido creada específicamente para el tráiler y resulta que ya llevaba tiempo existiendo. Obviamente, no podíamos incluir la pieza entera y hubo que ajustar ciertas partes para que casara con el vídeo, pero combinarlos fue bastante fácil. «Cuando el equipo de Techland me envió el tráiler, lo vi y grité de alegría. ¡La canción le iba que ni pintada! Fue muy emocionante para mí poder mostrar el ADN de The Beast en el tráiler», compartió Olivier.
Los elementos del ADN de Dying Light: The Beast que menciona Olivier: realismo, visceralidad, brutalidad, terror y madurez son un aspecto muy importante en este nuevo juego. Así que también era fundamental que Olivier los plasmase en la banda sonora. Por eso mismo, esta vez no se centra en contar una historia, sino en reflejar las emociones de Kyle, todo aquello por lo que ha pasado y cómo le ha cambiado. Para conseguirlo, Olivier necesitaba meterse en el personaje, así que jugó bien a fondo al juego. Respeto mucho esa forma de componer la banda sonora para un juego. Olivier no es tan solo un gran compositor, un artista, un alma creativa, sino que también es un desarrollador y un aficionado a los videojuegos que dedica muchas horas a jugar durante el proceso creativo. En palabras del propio Olivier: «Para mí es importantísimo saber lo máximo posible sobre el héroe principal. Juego mucho al juego mientras compongo la banda sonora. A menudo digo que el mando es mi herramienta de trabajo más importante y es que, para mí, es crucial comprender todos los matices y complejidades de la personalidad del personaje. En Dying Light: The Beast nos encontramos con un Kyle que acaba de escapar de 13 años de experimentos. Es diferente a como era en el primer Dying Light, pero el viejo Kyle de siempre también está ahí. La música explica la evolución del personaje a la vez que expresa su pasado». Como podéis ver en la imagen de abajo, ¡siempre tiene el mando en su escritorio!
La canción que usamos para el tráiler se llama A Changed Man (Un hombre cambiado) y una curiosidad que me ha contado Olivier es que mezcla elementos de la banda sonora del primer Dying Light (compuesta por el compositor polaco Paweł Błaszczak) con sonidos nuevos. «Contiene elementos sutiles que recuerdan a la banda sonora del primer Dying Light y me alegra que algunos jugadores lo hayan notado», dice Olivier. «Pero, además, he añadido un sonido nuevo, un ostinato nuevo, que refleja esa soledad por la que ha pasado Kyle mientras lo torturaban y soportaba los experimentos del Barón. Este ostinato muestra que Kyle es peligroso, letal y, sobre todo al principio, que desconfía de todo el mundo».
El proceso creativo de Olivier implica mucha colaboración. Debate las ideas con el equipo, con el director creativo y reúne tanta inspiración del juego como le sea posible.
«Y luego empiezo el proceso creativo en mi cabeza e intento convertir todo eso en música. Claro que añado mucho de mí mismo, pero es un trabajo de equipo en el que siempre hay una visión específica para el juego y todos debemos colaborar para transmitirla. Necesito comprender dicha visión para poder añadirla a mi música».
Para este proyecto trabajó, entre otros, con el guitarrista Giani Caserotto para crear sonidos únicos. Y lo más interesante es que no utilizaron notas. Algo bastante sorprendente tratándose de un compositor, ¿no? «Le dije», recuerda Olivier, «"Mira, no quiero notas, no quiero música. Quiero algo que no sea metal ni rock, pero que sea tan agresivo como puedan serlo esos géneros". Quería algo que fuera agresivo a la par que cálido... Y sé que sonaba imposible, pero ese fue el reto que nos propusimos. Y empezamos a tocar, buscando el estilo adecuado».
Me preguntaba si esta vez Olivier utilizó algún instrumento único. Espero que recordéis (y si no pues ya os lo recuerdo yo) que para la banda sonora de Dying Light 2 Stay Human, Olivier y su amigo Nicolas Bras crearon un instrumento llamado salterio eléctrico (abajo podéis verlo en una captura de pantalla de uno de los episodios de Dying2Know More).
Esta vez tiene un enfoque más tradicional, pero con un giro de tuerca. «Nuestro guitarrista, Giani Caserotto, tiene montones de pedales para crear música (como podéis ver en la imagen de abajo) y es conocido por crear el tipo de sonidos que usamos en la banda sonora de Dying Light: The Beast», explica Derivière. «También tenemos a un batería, Julien Lautelier, y la forma en la que usamos la batería es más bien... acústica. Aunque estemos buscando música que sea intensa y agresiva, también tiene que ser cálida y viva. Así, el jugador podrá escuchar que no se trata de una máquina, sino que hay un batería de verdad que toca de una manera muy sutil y única».
Olivier quiere que los jugadores no se sientan cómodos al escuchar su música, sobre todo la de The Beast. Su objetivo es ser siniestra, agresiva y dura a la vez que potente y fuerte, enfatizando que Kyle es un personaje poderoso.
Para mí, es impresionante ver cómo un momento espontáneo de creatividad puede captar tan bien la esencia de The Beast. Me preguntaba si Olivier busca inspiración de otras maneras, como meditar en medio del bosque sin comer ni beber o algo así, pero lo único que me dijo fue: «No sé. Me vino así. Es un proceso creativo; no se le puede buscar una lógica».
A Changed Man no fue la primera canción que Olivier creó para Dying Light: The Beast. También me habló de otra llamada Kyle que muestra una emotividad nunca vista hasta ahora. Olivier me explicó que con esta pieza empezamos a comprender a Kyle. Así que me muero de ganas por escuchar la banda sonora al completo. Bebe de las bandas sonoras de Dying Light y Dying Light 2 Stay Human para crear algo totalmente diferente a lo que Olivier ha hecho para la saga hasta la fecha. «Dying Light: The Beast es un juego diferente, así que se merece un enfoque diferente. Será dinámico, pero de otra forma. En primer lugar, por lo general tendrá menos música, ya que queremos que el juego se centre más en los sonidos del entorno. En segundo lugar, Kyle no es Aiden, y la historia que queremos contar con la música es diferente, mucho más personal, mucho más individual. No trata sobre el mundo, sino sobre los sentimientos internos de Kyle Crane, así que la música dejará mucho espacio a los jugadores para que disfruten sumergiéndose en el juego. Y cuando arranque, resaltará todas esas emociones y esa adrenalina».
Como podéis ver, la banda sonora de Dying Light: The Beast no es solo una música de fondo para vagar por el bosque. Es una parte esencial del viaje de Kyle Crane y de la inmersión de los jugadores. Cada tono está creado con el propósito de hacer que nos sumerjamos aún más en el oscuro bosque, el mundo misterioso de este nuevo juego. Le pregunté a Olivier si se ha enfrentado a algún reto en este proyecto y la respuesta me sorprendió bastante: «Ah, siempre da un poco de miedo, tío... Cada vez que empiezo, me da la sensación de que no tengo ni idea de cómo hacerlo, de que nunca lo he hecho antes... Luego, conforme voy avanzando, le cojo el tranquillo, pero siempre me planteo retos. Con Dying Light: The Beast, no queremos tener demasiadas notas; queremos sonidos, no sé si tiene sentido lo que digo. Cuantas menos notas, mejor, al menos para gran parte de esta banda sonora en particular. Así que ese es el reto aquí, porque todo es muy orgánico, real y emotivo».
Ojalá pudierais ver la pasión de Olivier y cómo le brillan los ojos cuando empieza a hablar de componer música. Tenemos muchísimas ganas de que podáis disfrutar de esta banda sonora por vosotros mismos. Estad atentos para enteraros de más detalles entre bastidores, porque planeamos compartirlos muy pronto. Hasta entonces, no perdáis la humanidad... O igual esta vez sería más apropiado decir... ¡desatad a la bestia!